Cielo, Viento y Luz querían escapar de las Islas Del Destino que habían sido tomadas por la Fortuna Casantrista, la cual no permitía la salida de nadie por una especial política restrictiva, mientras trataban de invadir la mente de las personas vendiéndoles obscuridad y miseria. Unos intentaron huir, pero muchos fueron obligados a sucumbir ante su tiranidad. "Era de los mas persuasivos" algunos decían, pero todo se notaba al ver las caras de la gente en esas islas. Era escapar hacia el Continente de las Flores, que era la única manera de empezar una nueva vida. La oportunidad de no ser iguales de una manera pesimista y de levantar un reino donde cada quien se ganara su vida. Por eso Cielo, Viento y Luz decidieron armar en secreto un ángel. Un ángel que los arrastraría por aquel desafiante mar. Al cabo de tres lunas, lograron terminarlo. Armaron el ángel, aunque lo hicieron desaparecer para poder pasar inadvertidos ante el ojo del halcón, que acechaba con furia. Tras esto, ya estaban en el agua, y entonces pudieron disfrutar las olas, que con tanta suavidad y gentileza , los conducían a su cometido, que era tan noble como puede decirse. Era la verdad recién descubierta lo que hacia que sus rostros brillen, y una cosa era segura: El Continente de las Flores estaba adelante, y los esperaba con los brazos abiertos.
